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Foto: Télam
La actividad industrial argentina volvió a mostrar señales de retroceso en agosto. Según el último informe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU-UIA), la producción manufacturera cayó cerca del 3% interanual, lo que lleva a una merma acumulada de casi 10% respecto de los niveles de 2022 y 2023.
El derrumbe golpea con más fuerza a los rubros ligados a la construcción. Los despachos de cemento se redujeron 9% en relación a julio y se ubican 23% por debajo de los volúmenes alcanzados en los dos años previos. En la misma línea, el Índice Construya -que releva los principales insumos de la construcción- se desplomó 8,6% interanual y muestra una caída cercana al 30% en comparación con 2023.
La metalmecánica, sector con fuerte presencia en Córdoba, también arrastra números negativos: bajó 2,3% en agosto y acumula una contracción superior al 13% frente a los últimos dos años. Más severo aún fue el retroceso en la fabricación de maquinaria industrial, con un derrumbe del 13% en patentamientos respecto de julio.
Foto: Télam
El sector automotor, otro pilar productivo, retrocedió 7% en agosto, ubicándose en su nivel más bajo de los últimos tres años. El CEU atribuye la caída tanto a factores estacionales como a la menor demanda externa, particularmente desde Brasil, principal socio comercial.
El vínculo con el país vecino mostró señales dispares: las exportaciones hacia Brasil se redujeron 11,3% en comparación con julio, principalmente por la menor colocación de productos primarios. En contraposición, las importaciones desde ese mercado crecieron 1,4% en el mes y casi 20% en la comparación interanual.
Otro frente delicado es el agroindustrial: la liquidación de divisas se desplomó 48,5% en agosto frente a julio. La baja responde al fin del impulso extraordinario generado por la reducción temporal de retenciones, que había anticipado ventas récord el mes anterior.
El Monitor de Desempeño Industrial (MDI) se ubicó en 45,3 puntos, por debajo del umbral que marca expansión. El 43% de las empresas consultadas informó caídas en ventas, el 36% en producción y casi una cuarta parte reconoció recortes de personal, lo que constituye el mayor nivel de ajuste en la serie histórica.
La debilidad del mercado interno aparece como el principal factor de preocupación: cuatro de cada diez empresarios la señalan como la variable que más condiciona la actividad, sumando además la retracción de la demanda interindustrial. Esto configura un efecto dominó donde la contracción de un rubro repercute en toda su cadena de proveedores.
Expectativas en retroceso
El informe destaca, además, un marcado deterioro en las expectativas. Cada vez menos compañías esperan mejoras en su situación particular, en el desempeño de su sector y en la economía nacional.
Las altas tasas de interés, la floja demanda doméstica y la incertidumbre internacional alimentan ese clima de cautela. La combinación de exportaciones a la baja y mayor ingreso de importaciones configura un escenario desafiante para la industria, que ve estrecharse sus márgenes de rentabilidad.
Pese a que algunos nichos -como muebles, colchones o motocicletas- encuentran un respiro en el acceso al crédito y los planes de cuotas, el panorama general está marcado por la debilidad y el estancamiento.
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