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Foto: Télam
En la antesala del Día de la Industria, la UIA reconoció que el sector perdió 800 empleos en mayo -tras los 1.500 de abril- y que la economía atraviesa un “amesetamiento”.
Sin embargo, su presidente, Martín Rappallini, lejos de poner el foco en la crisis laboral, respaldó la estrategia del Gobierno de fijar un techo a las paritarias que deja los salarios por debajo de la inflación.
Los datos son claros: ramas clave como la construcción, la metalmecánica, el calzado y el textil caen en promedio un 15% frente a 2022. A pesar de esto, en declaraciones a "La Voz en Vivo", el dirigente patronal insistió en que los trabajadores deben “poner el hombro” aceptando aumentos muy por debajo del costo de vida.
“Esto es una medida que se está tomando en muchos países, post pandemia en Europa se hizo muchísimo. De alguna manera eso era una forma de que no creciera la inflación, porque si no crece después hay una recuperación en los sueldos", manifestó Rappallini.
Y añadió: "Con inflación, lo que vemos en la historia de la Argentina y del mundo es que los precios van en ascensor y los salarios en escalera”.
La paradoja de las patronales es evidente: se plantea que achicar los sueldos es la vía para bajar la inflación, mientras la consecuencia inmediata es menos poder de compra, menos consumo y, en definitiva, más pérdida de puestos de trabajo.
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