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Foto: x.com/normayvos
El clima en la planta de Petroquímica Río Tercero continúa cargado de tensión. Tras una audiencia en el Ministerio de Justicia y Trabajo, la empresa propuso un encuentro “puente” para este jueves con el gremio que agrupa a los químicos y petroquímicos, como paso previo a una nueva reunión formal prevista para el lunes próximo.
Mientras tanto, los trabajadores mantienen la ocupación pacífica de las instalaciones y la asamblea permanente, a la espera de que el directorio presente soluciones concretas. Lucas Felici, secretario general del SPIQYP, señaló que el gremio aceptó la mesa de diálogo propuesta por la empresa con la expectativa de abordar dos puntos urgentes: la reincorporación del personal despedido y el pago de las indemnizaciones.
Felici advirtió que el conflicto es un reflejo del deterioro que atraviesan muchas pymes industriales: “La producción se ha desplomado, despidieron a más de la mitad de la planta y ahora quieren que un trabajador cubra hasta tres puestos. Es una flexibilización laboral aberrante”, sostuvo en declaraciones a La Nueva Mañana.
Según el sindicato, la caída de la actividad derivó en 124 despidos y en el incumplimiento del pago de salarios, con un intento de la patronal de condicionar la liberación de la fábrica al cobro parcial del 60% de los haberes.
El pasado lunes, organizaciones sociales sindicales se movilizaron hasta las puertas de la planta para respaldar a los operarios. Desde el gremio remarcan que la petroquímica no solo es un sostén clave del empleo en la región, sino también un motor para la economía local, hoy paralizada por la crisis productiva y la política empresarial de ajuste.
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