La CTA-A Punilla exige la reapertura del quirófano del Hospital de La Falda y advierte sobre una "privatización silenciosa"

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Foto: CTA-A

La CTA Autónoma de Punilla reiteró su reclamo por la reapertura urgente del quirófano del Hospital Municipal de La Falda, clausurado desde hace dos meses en el marco de la crisis presupuestaria que atraviesa la región.

Durante una jornada de visibilización realizada días atrás frente al nosocomio, la CTA-A advirtió sobre la reducción de servicios esenciales y el avance de un modelo que pone en riesgo la atención sanitaria en la zona centro-norte de Punilla. En ese marco, volvió a exigir que no se avance con la tercerización de servicios y se reactive el proyecto de integración sanitaria intermunicipal que permita reforzar el carácter regional del hospital.

“Esto es un llamado al intendente Javier Dieminger para que no pase a la historia como el que dio el puntapié de cierre a lo más importante del Hospital”, sostuvo el pediatra Benjamín Malamud, al tiempo que remarcó: “Hoy más que nunca hace falta inversión en salud. No se puede seguir explotando al personal sanitario”.

La médica Carla Soto, ginecóloga y obstetra del hospital, también tomó la palabra para denunciar la lógica que atraviesa a muchos municipios: “Lo que pasa en La Falda es lo que pasa en todos lados: quieren hacer desaparecer la salud pública para privatizarla. Acá nos siguen bajando sueldos y reduciendo horas. Somos un número, no importan los años ni el compromiso”.

Desde el colectivo CeProFa, Karina Lucero alertó sobre el deterioro del sistema y la pérdida de personal clave: “Renunció una médica clínica, una dermatóloga y un psicólogo que trabajaba con víctimas de violencia. Se redujeron las guardias de 24 a 12 horas. Esto puede derivar en errores por agotamiento, con consecuencias irreversibles. Lo que está pasando es una privatización silenciosa. El intendente ya está hablando con privados. Exigimos información, transparencia y sobre todo, inversión”.

El cierre estuvo a cargo de Juan Yacobs, secretario general de la central sindical, quien vinculó el conflicto con decisiones políticas de mayor escala: “Hace cuatro años el gobernador Schiaretti anunciaba la Autovía de Punilla, que costó 100 millones de dólares. Hoy no se puede pagar a los anestesistas ni a los cirujanos. Esa obra, que iba a traer ‘progreso’, nos dejó sin salud pública”.

“Desde la CTA Autónoma Punilla reafirmamos que la salud es un derecho y no una mercancía. Seguiremos en las calles, en los hospitales, en las asambleas y en cada espacio donde se defienda el derecho a una vida digna. Porque sin salud no hay futuro, y sin pueblo no hay justicia”, concluyó.


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