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La Fábrica Argentina de Aviones (FADEA) paralizó completamente sus actividades por 72 horas desde el pasado lunes, decisión tomada por las autoridades de la empresa, que también resolvieron retrasar el pago de sueldos. La medida afecta a 720 trabajadores que fueron licenciados sin certezas sobre su futuro.
La crisis se desató el jueves pasado, cuando los trabajadores solo cobraron el 30% de sus salarios de abril. Desde entonces, el malestar escaló hasta derivar en acciones en la planta -cerrada por decisión de la empresa- con diversas intervenciones del Sindicato de Trabajadores Aeronáuticos (STA), la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA).
Cabe marcar que actualmente se lleva a cabo una vigilia gremial en defensa de los puestos de trabajo.
“Vamos a permanecer acá hasta que se nos pague el salario íntegro y hasta que podamos ingresar a la planta”, sostuvo Marcelo Bertorello, secretario general del STA. El dirigente advirtió que no solo está en juego el cobro del mes, sino también la continuidad laboral de toda la plantilla.
Desde los gremios apuntan a la falta de contratos firmados con el Estado nacional, que históricamente representaron cerca del 80% de los ingresos de FADEA a través de trabajos con la Fuerza Aérea.
El bajo financiamiento estatal -aún no se sabe si el Gobierno enviará fondos para el pago de salarios- y la nula proyección productiva golpean de lleno a una industria que debería ser estratégica para la soberanía nacional.
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